LOS PUEBLOS PRERROMANOS
Durante la edad del Hierro se produce la invasión y asentamiento en la Península, de grupos considerados extrapirenaicos como los celtas y los Tartessos, que desde el Siglo VIII, depositaron su cultura y sus etnias, al mismo tiempo que enriquecían su patrimonio artístico.
Tras esta época , nuestro territorio quedará situado en la frontera de dos de estos pueblos, los lusitanos y los vettones. No se sabe a ciencia cierta si pertenecía a unos o a otros, si bien los indicios hacen suponer que eran lusitanos.
Es a partir de este momento cuando comienzan a desarrollarse un tipo de fortificaciones conocidas por "los castros". Estaban situados en lugares aprovechando el cauce de algún río o en lugares inaccesibles y fácilmente defendibles. En nuestro pueblo se encuentran los "Castros de la Cabeza del Buey" .
Posteriormente serán los Cartagineses y los Romanos los que se asienten en el lugar.
LOS ROMANOS
La llegada de los romanos a España y concretamente a la zona, supone un sometimiento de los pueblos existentes y una mayor influencia . El proceso de romanización de los mismos debió ser bastante lento y los indicios hacen creer que su afianzamiento debió producirse sobre el siglo II a. C.
Yacimientos arqueológicos encontrados
LOS VISIGODOS
A principios del S. V, este esplendor romano se irá apagando cuando los Alanos entran en Extremadura la cual al final y después de pasar por los Suevos, dependerá del reino visigodo de Eurico.
Los Mahometanos, capitaneados por Muza, conquistan Extremadura en el S. VIII, incorporándose estas tierras al territorio de Al-Andalus.
LA RECONQUISTA
Durante la Reconquista, la zona no quedó al margen de las luchas que se produjeron durante muchos años. A la caída del califato pasó a pertenecer al rey taifa de Coria y, más tarde, en 1161, al rey taifa de Cáceres.
En el siglo XII, el geógrafo musulmán El-Idrisi en la obra "Descripción de España" nos ofrece una de las primeras apariciones del nombre de Alcántara: "Kantara-as-Saif (el puente de la espada)".
Desde la Alta Edad Media entre los siglos XI y XIII, la situación fronteriza del actual territorio extremeño fortaleció su carácter militar. En estos años se produce la independencia de Portugal de la corona Castellano-Leonesa. El rey de León siente el temor de ver cortado su paso en la reconquista hacia el sur , si Portugal consolida sus fuerzas y une sus límites con los de Castilla. Fernando II, pues, decide adelantarse y reune a sus tropas en Salamanca en 1165 y al año siguiente ocupa la zona de Alcántara con ayuda del Conde Armengol VII de Urgel. Posteriormente volvió a manos sarracenas tras la contienda llevada a cabo por el caudillo almohade Abú-Jacob. La conquista definitiva por los cristianos se produce en 1213, en el reinado de Alfonso XI de León.
Ante la belicosidad que en estos momentos toma la reconquista, se hace necesario contar para la repoblación y afianzamiento de los enclaves logrados, con medios nuevos y distintos de los usados hasta entonces. Esa misión fué precisamente la llevada a cabo por las órdenes militares, cuyo papel en la incorporación de la submeseta sur , en general, y en Extremadura, en particular, fué uno de los hechos más decisivos de la historia de la región.
La formación del patrimonio de las órdenes militares en Extremadura es un fenómeno bien conocido en general, aunque la documentación presenta numerosas lagunas e insuficiencias que, en el caso de la Orden de Alcántara, serán difíciles de subsanar, pues sus fondos documentales medievales no se encuentran.
Se sabe que en 1217, Alfonso XI entrega la zona a la Orden de Calatrava. A ésta le pareció difícil defender por una parte los confines de Castilla, y por otra, los de León. Por ello, renunciaron a favor de la Orden de San Julián Del Pereiro, la cual había nacido en 1156 y tenía su sede en un castillo a orillas del río Coa, a unos 45 Km de Ciudad Rodrigo y a unos 22 de Sabugal, en Portugal.
Terminada la reconquista la zona nace con su nombre actual: Extremadura. En 1833 se hizo una división administrativa en la región en dos mitades. Del periodo de reconquista arrancan las tres diócesis en tierras Extremeñas (Badajoz, Coria y Plasencia) y las dos órdenes militares, la de Alcántara y la de Santiago.
Es en Extremadura donde Isabel se asienta firmemente en el trono, a raiz de la batalla de Albuera. Después de la conquista de Granada y el regreso de Colón de América es cuando comienza el nombre de Extremadura, el de sus ciudades y sus hombres a formar parte de la historia universal.
LOS ORÍGENES DE SANTIAGO
Los orígenes de Santiago de Alcántara se sitúan en una colonia romana que se estableció en las "Eras de Ulloa" -unos terrenos ubicados en el sur del actual núcleo y distantes cuatro kilómetros- con el fin de buscar oro en el río Aurela. Ver foto En el año 1172 fué arrebatada a los moriscos por los caballeros de la Orden de Santiago y Alcántara.
Más tarde se construye en el lugar un castillo del cual actualmente quedan los cimientos, denominado Castillo de la Encomienda de Esparragal. Ver foto Leyenda Más tarde el pueblo se desmembró por necesidades agrícolas, por lo que unos habitantes se decantaron por Santiago el Viejo Ver foto y otros por el actual, desapareciendo posteriormente el primero durante las luchas con los portugueses. Ver foto
El Agujero, una cueva en la parte rocosa de la sierra llamada Cabeza del Buey y Valle de la Sangre, es un enclave que hace referencia de las luchas entre castellanos y portugueses.
ANTIGÜEDAD DE SANTIAGO
La antigüedad de este pueblo, no puede saberse con fecha exacta ni aproximada tan siquiera, ya que los archivos municipal y parroquial no arrojan luz sobre este aspecto. A pesar de la falta de datos y documentos, es clara y evidente la pertenencia de esta localidad al priorato de Alcántara. Sin embargo, no se sabe porqué razón dejó de llamarse así, como figura en escritos conservados en el archivo municipal, para pasar en el año 1813 a denominarse "Santiago de Carbajo".
El documento más antiguo y fehaciente que se encuentra es el inventario de alhajas, ornamentos y libros pertenecientes al año 1743, en el que se encuentran estampadas visitas de otros priores de la Orden de Alcántara.
Este inventario fue encargado por Miguel Verde Montenegro, Caballero del Hábito de Santiago del Concejo de su Majestad, juez particular y privado, con fecha a los 17 dias del mes de febrero de 1743.
Fue aceptada la concepción del mismo por Fray Francisco Julián Torres y Cabrera, religioso de la Orden de Alcántara y Cura propio de esta Iglesia de Ntra. Sra. de la Consolación, en lugar de Santiago, jurisdición de Valencia de Alcántara en esta Orden de Alcántara a doce días del mes de mayo de 1743.
En este documento en su parte correspondiente a libros, figura como primero de nacimientos del año 1584. Dicho documento se conserva en el apartado de casamientos y dice que el primero en orden de los que se encuentran después de la pérdida y saqueo del enemigo, dió principio en el año 1686.
Pascual Madoz en su Diccionario Histórico Geográfico,
afirma que este lugar fue considerado como barrio de Valencia de Alcántara hasta
el año 1814.
TRASIERRA:
Es evidente también que este lugar perteneció a la Trasierra Leonesa, existiera o no el poblado, ya que el Mapa de Castillos, Fortalezas y principales comunicaciones contempla el de Esparragal, distante de esta localidad cuatro kilómetros al sureste, que fue tomada por el rey Fernando a los sarracenos en el año 1172, dando un atrevido avance hacia la capital de la Baja Extremadura, al decir de Gervasio Velo Nie.
La citada fortaleza fue donada "voluntate
espontánea" a los Templarios
pasando a su extinción a la Orden de Alcántara. En bula del Papa Gregorio II en
1235, confirma a la Orden de Alcántara en todas sus posesiones y entre ellas
figura el Castillo de Esparragal y como perteneciente a dicha Orden. De esto se
deduce que este pueblo lleve el sobrenombre de "Santiago de Alcántara", al igual
que casi todos los pueblos que componen el partido de Valencia y no "Santiago de
Carbajo" ya que como se dice al principio, no se encuentra dato alguno
sobre el pueblo de Carbajo.
El cambio de nombre fue otorgado por el Ministerio de
la Gobernación por orden de 20 de diciembre de 1960.
De esta manera, Santiago de Alcántara hunde sus raíces y su
denominación en el misterioso pasado templario que abarca gran parte de la
historia de la región extremeña. Ver
foto