LA  JARA      Flora0303.jpg (42809 bytes)    Flora0302.jpg (108356 bytes)   Flora0301.jpg (153852 bytes)      Imagen17.jpg (78982 bytes)


Vamos a conocer un poco más a un arbusto, que cubre nuestras dehesas, y que cuando está en flor parece que nuestros campos se han cubierto de nieve. Me estoy refiriendo a la Jara. Pertenece a la especie botánica "Cistus Ladanifér" de la familia "Cistáceas". Alcanza una altura entre 1 y 1'5 m, pero puede llegar a los 3 metros. Las hojas, perennes, opuestas, lanceoladas, de color verde por el haz y más claras por el envés, están impregnadas de una sustancia pegajosa y olorosa (ládano) elaborada por las glándulas de la propia jara.

Las flores tienen 5 pétalos grandes de color blanco, a veces, manchados en su base de color rojo carmesí en la variedad llamada «jara de las cinco llagas", que es la que vemos en nuestros campos. El cáliz posee tres sépalos y el fruto es una cápsula globosa. Florece de abril a junio, formando densos matorrales en terrenos sin cal, en las faldas de las sierras y llanos de la región, principalmente sobre pizarras y granitos.

Con su resina (ládano) antiguamente, se preparaba el llamado emplasto regio o contra rotura, utilizado para curar hernias y quebraduras. También existía la creencia de que el ládano actuaba como calmante nervioso, empleándose para curar la histeria. Actualmente, sólo se usa en perfumería, a partir de las hojas frescas de la jara, por destilación, se obtiene una esencia muy perfumada de color y olor ambarinos.

La mangla o jaramiel es una sustancia con aspecto sacarino que fluye de las ramas viejas o por la picadura de un insecto durante el verano, tiene sabor dulce y olor a ládano. La jaramiel, en diversos preparados, se usaba, al parecer con buenos resultados contra la tos. La jara no es una especie melífera (formadora de néctar), pero si produce gran cantidad de polen que es cosechado por las laboriosas abejas. Su tallo se ha usado como leña para hornos y también para cubrir la techumbre de chozos y cabañas.

                                                                                              Texto:  MĒ' Ángeles R.